jueves, 3 de diciembre de 2009

LA FUERZA DE SHECCID


LA FUERZA DE SHECCID

EL AUTOMOVIL ROJO

Llevo veinte minutos de caminata sobre el pavimento mojado cuando un moderno automóvil rojo se detiene ante mí.
_ ¡Hey, amigo! _ el conductor sobre la ventana eléctrica_ ¿Sabes dónde se encuentra la escuela Tecnológica?
_ Claro _contesto_, ve por esa calle y luego . . .
_ No, no _me interrumpe_ Necesito que me lleves personalmente, como un favor especial.
Titubeo un poco, aunque se lo que debo contestar.
_ Discúlpeme, pero lo más que puedo hacer es indicarle.
La ventanilla de atrás se abre y aparece el rostro de un compañero de mi salón.
_ ¡Ratón de biblioteca! No tengas miedo, sube al coche…El señor es profesor de biología y vende algunos productos para jóvenes. Quiere que lo llevemos a la escuela. Anímate. Acompáñeme.
­_ ¿Qué productos?
_Sube no seas cobarde. Ya te explicara él.
_Pe…Pero tengo algo de prisa. ¿De qué se trata exactamente?
_Es largo de contar, te interesará.
Además, al terminar la demostración te daré algo de dinero
Por la promesa económica, pero sobre todo por la evidencia del profesor, la belleza del automóvil y la mirada confiada, accedo a subir. Es impresionable el hombre tan pulcramente vestido y de tan fina expresión puede tener malas intenciones.
Desgraciadamente cuando me percato de mi error ya es demasiado tarde. Un viento helado silba en la ranura de la ventanilla. Presiono el botón eléctrico del vidrio pero éste no se mueve. El hombre a activa el seguro bloqueando las ventanas.
_ ¿Cómo vas en la escuela?
_Pues bien, muy bien.
_ No me digas que te gusta estudiar.
Lo miro a la cara, conduce demasiado rápido como que conociera bien la colonia.
_ Si me gusta; ¿Por qué la pregunta?
_ Eres hombre… supongo. Seguramente no te gusta tanto y el trabajo que te voy a proponer será mucho más satisfactorio. Algo que le alegraría a cualquier hombre.
_ ¿El trabajo? ¿Cuál trabajo?¿ No es usted profesor? ¿No vende productos? Mire…la escuela es por allí.
_ Ah, sí, sí, lo había olvidado, pero no te preocupes, conozco el camino.
Percibo un sudor frío. “¡Estúpido! “, me repito una y otra vez, fui engañado fácilmente. Me doy vuelta en el asiento para ver a Mario, pero éste parece encontrarse en otro mundo. Hojea lentamente una revista con la boca abierta.
_ No te asustes, quiero ser tu amigo _ el hombre sonríe y me mira rápidamente; de lejos, el saco y la corbata le ayuda a aparentar seriedad, pero de cerca hay definitivamente algo anormal_. Confía en mí, no te obligare a hacer algo que te desagrade.
_ Regréseme adonde me recogió.
_Claro. Si no eres lo suficientemente hombre para aceptar el trabajo te regresaré. Supongo que te gustan las mujeres, ¿o no?
El hombre acelera; estoy paralizado. Si sufrimos algún accidente tal vez pudiera huir, pero si no… ¿Adónde vamos con tanta prisa?
_ ¿Alguna vez has visto a una muchacha desnuda? No creo, ¿verdad?_ Mario, pásame una revista para que la vea tu amigo.
Mi compañero obedece inmediatamente.
_Deléitate un poco con ella, es algo agradable… _la portada lo dice todo_ Vamos, hojéala. No te va a pasar nada por verla.
Abro la publicación con mano temblorosa. He visto antes algunos desnudos, en revistas que mis compañeros esconden como grandes tesoros, pero jamás algo como esto… El sentimiento del hombre, degradado hasta el extremo. Me siento confundido. Toco las fotografías con la yema de mis dedos; son auténticas. Lo que estoy mirando va más allá de la exhibición de desnudos. Llega a la más grotesca perversidad.
_ ¿Ya se te puso duro?_ pregunta el sujeto
Separa la mano derecha del volante y la lleva hasta mi entrepierna. Estoy paralizado, sin alcanzar a comprender lo que intenta hace. Con un movimiento ágil introduce su mano en mi pantalón y toca mis genitales. Retira la mano para sentenciar:
_ Necesito fotografías de chicos y chicas de tu edad. El acto sexual con una o varias parejas simultáneamente es muy divertido. También hacemos filmaciones. ¿Nunca has pensado ser actor?
El auto desciende en una hermosa unidad habitacional rodeada de juegos infantiles y parques.
_ ¿Qué te parece esa muchacha?
Miro al frente identifico a una chica con el uniformo de la escuela. “¡Dios mío ¡”, me digo agachando la cabeza, “esto no puede estar pasando”.
_Qué tal, linda_ dice el tipo. _Necesito que me ayudes, no conocemos estos rumbos y queremos encontrar una escuela de jóvenes.
_ Pues mire, hay una cerca.
_ No, no. Queremos que nos lleve. Si nos acompañas te daré una comisión.
Cierro rápidamente la revista y acciono la manija para abrir la portezuela, pero esta no se abre. El tipo me mira como una fiera y sonríe sardónico.
_ Tiene seguro para niños… Tranquilízate o te irá mal.
_ ¿Cómo te llamas”?
_Ariadne
_ Tú debes conocer a varias muchachas y ellos no _ comenta el tipo. _ ¿Qué dices? Si nos deleitas con tu compañía unos minutos te daré algo de dinero.
_ ¿Qué productos vende?
El hombre me quita lentamente la revista y se la muestra a la chica. Ella se ha quedado inmóvil pero el tipo la hojea lentamente delante de ella.
_ ¿ Ya te “calentaste”, pequeña?
Ariadne permanece callada; parece muy asustada, pero no deja de ver las fotografías. El hombre saca una caja de debajo del asiento y viendo que no esté cerca y se la muestra.
_Esto es para cuando estés sola… ¿Lo conocías? Funciona de maravilla. Como el verdadero. Tócalo, siente su textura.
La chica se niega al ver el pene artificial.
_ Ya te sentirás con más confianza. El hombre le hace preguntas y ella le contesta con monosílabas y movimientos de cabeza.
_ Está bien _ dice la muchacha, los acompañaré pero con la condición que me regresen aquí después.
_ ¿Vives cerca?
_ Sí. Por la esquina donde va cruzando aquella muchacha
_ ¿Es tu compañera? ¿La conoces? ¡Trae el mismo uniforme que tú!
_Estudia en la escuela.
_Llámala. ¿Crees que querrá acompañarnos?
Me quedo helado. No puede ser verdad. Es la muchacha nueva de la escuela.
El conductor toca la bocina y saca el brazo haciéndole señales que se aproxime.
_ ¡Ven!_ la llama y luego comenta en voz baja_: Así se completan las dos parejas.
_ Prefiero ir sola_ interviene Ariadne_, no la conozco bien y tal vez lo arruine todo.
La miro atónico. Miente. . . ¡Por supuesto que la conoce bien! Es su mejor amiga.
_ Como quieras. Vamos, sube entonces. No nos tardaremos mucho.
La persona mira a Mario y a mí con una sonrisa de triunfo. Después abre la portezuela delantera y Ariadne empieza a dar pasos hacia atrás.
_ ¿Qué haces? ¿Adónde vas? Me lo prometiste, no tardaremos. Ellos son muchachos buenos, no te dolerá. La muchacha se echa a correr calle abajo. El hombre, furiosa le dice a Mario, que la alcance. Mario obedece y yo aprovecho para salir corriendo. Mi portafolio se me cae pero afortunadamente no se abre. Miro cuando Mario regresa sin haber alcanzado a Ariadne y se sube de nuevo al auto. Mi mente es un mar de ideas, de imágenes excitantes y repugnantes a la vez.

PRIMER ENCUENTRO.
Al llegar a casa, me encierro en la habitación oscura desorientado. No puedo apartar de mi mente las imágines que vi. Me giro para mirar sobre los hombros y doy un violento salto al descubrir a mi madre sentada en un sillón.
_ Pero que haces aquí? _ pregunto enfadado.
_ Oí ruidos, salí y te vi meditando.
Se pone de pie y camina hacia mí. Le cueto de lo que me paso. De esas imágenes que son sucias pero me atraen. Me dan asco pero me gustaría verlas más. No entiendo lo que me pasa.
_ En un naufragio, los sobrevivientes se enfrentan con una tentación _ comenta con voz mesurada _: Beber el agua de mar. Quienes la toman, lejos de mitigar su sed, la acrecientan terriblemente y muere mucho más rápido. Lo que ese hombre te ofreció es agua de mar. . . Y el adolecente es como un náufrago con sed. Entiendo lo que te pasa, pero debes resistir al llamado insano. Amárrate al mástil de tu embarcación si es necesario. Homero lo describe en la Odisea cuando habla de las Sirenas que cantaban atrayendo a los marinos a una muerte segura.
_ A Mario le pasó eso. Tomó agua de mar. Se arrojó a los brazos de las sirenas.
_Sí, pero eso no significa que tú estés a salvo. Volverás a recibir nuevas ofertas.
_ Y cuando eso ocurra no me voy a correr, no debo asustarme. Mi madre regresa al sillón y me invita a que me siente frente a ella.
_Tú sabes que existen serpientes _comenta_ Eso no significa que debes convivir con ellas. Son traicioneras. Miles de muchachos mueren asfixiados por una anaconda que creyeron domesticar.
Hay un largo silencio y vuelvo a recordar las publicaciones. Y ahora entiendo por qué ese material no tenía sello de ningún productor. Es un delito y los creadores se esconden en el anonimato.
_ Sí, hijo, pero poco a poco los comerciantes están siendo más descarados. El negocio de la pornografía y los juguetes para adultos reporta utilidades millonarias. Es como la droga.
_ ¿Todos los delincuentes son sexualmente promiscuos?
_Por lo general, sí.
_Mamá. . . No sé porque siento tanto temor.
Me incorporo y camino hacia ella para abrazarla. Mi madres, no es solo una proveedora de alimentos o supervisora de tareas, es una compañera de vida.
Al día siguiente, en la escuela, veo a la chica fijamente. Me acerco a ella y al estar frente observo que es más hermosa aún. Al ver que no digo nada, enfrenta mi mirada con intensidad.
_ Hola_ la voz sale de mi garganta. ¿Puedes ayudarme?
_Sí. ¿De qué se trata?
_Se trata de. . .bueno, hace tiempo que seseaba hablarte.
_Te he visto declamar dos veces y me gustó mucho.
_ ¿Dos veces? Yo únicamente lo he hecho una vez.
_La segunda la hiciste para toda la escuela
_ ¿Cómo? ¿La segunda?
_La primera la hiciste solo para mí. . .en sueños. . .Quiero ser tu amigo.
_ ¿Por qué no te sientas?
_ Eres una muchacha muy especial y me gustaría conocerte.
_ Vaya que vienes agresivamente decidido.
_ ¿Porque no empezamos por presentarnos? _ sugiere_. Mi nombre es. . .
­_Sheccid _ la interrumpo.
_ Che. . . ¿qué?
_ Mi abuelo es escritor. Él me contó la historia de una princesa extremadamente hermosa llamada Sheccid, Un prisionero se enamoró de ella y, motivado por ese amor, escapó de la cárcel y comenzó a superarse hasta que logró superarse y trabajar como concejero del rey; pero nunca le declaró su amor y ella se casó con otro de sus pretendientes.
_ Y esa princesa se llamaba . . . She . . . ¿cómo?
_ Sheccid
_ ¿Así que vas a cambiarme de nombre?
_ Sí. Pero no quiero que te cases con otro.
De pronto se pone de pie y levanta los brazos.
_ ¡Ariadne, aquí estoy! _Te presentaré a una amiga.
_ ¡Hey! _ grita histérica_ ¿Pero qué haces con ese sujeto?
_ ¿Qué te pasa, Ariadne?
_ ¡Es que no comprendes! Es el muchacho del carro rojo, el que te conté.
_ ¡Increíble. . .! _murmura decepcionada_ ¿Cómo que me viste declamar ensueños y vas a ponerme el nombre de una princesa?_ ¡qué te parece el cinismo de este idiota!
No puedo hablar y ellas se alejan.

FESTIVAL DE FIN DE CURSO
Nuestros padres, maestros y estudiantes se dan cita en la plaza cívica del colegio. Veo de lejos a mi princesa acompañada de unos amigos. Me dirijo hacía ella.
_ ¡Sheccid, espera! Quiero decirte algo.
_Déjame en paz. . .
_ No sé qué te han dicho de mí, pero no es cierto.
_ Solo desaparécete de mi vista.
_Dentro de unos minutos voy a recitar un poema para ti.
_ No me interesa. _ y se dala vuelta para alejarse.
_ ¡Un momento! ¿No me oyes? ¿Por qué me tratas así? Ni siquiera sabes lo que pasó ese día.
_ Me ha dicho que has estado molestándola.
Podemos hablar como la gente. Ella se niega y pierdo las ganas de declamar a pesar que me había preparado por tres meses. Al momento que me anuncian paso y se me olvida parte de mi poema. Al finalizar el festival unos compañeros se burlan de mí. Uno de ellos lleva el auto de su padre y nos invita dar una vuelta. De pronto distinguimos a un grupo de jovencitas caminando frente a nosotros yo me agacho a reconocer a Ariadne y Sheccid. Los amigos comenta lo buenas que están. Uno de ellos anima a que regresemos hacia ellas. El conductor acerca el auto y uno de ellos saca medio cuerpo por la ventanilla y le da una nalgada a mi princesa. Sheccid arroja al aire sus cosas gritando. No puedo creerlo, me siento colérico. Todos ríen.
_ ¡Fantástico!
_ ¿Qué le pasa al poeta frustrado? ¿Te asustaste, ratón?
No puedo soportar más y levanto la voz casi fuera de mí.
_ Déjenme bajar.
_ ¡Qué se baje!_ opina uno.
_ ¿Qué hago? _pregunta el chofer
_ Déjalo bajar _ autoriza Sabino.
Con el auto caminando, me tiran del auto y ruedo unos metros delante de todos los estudiantes. Todos me observan y alguien dice que no entienden porque me arrojan del auto. Cuando vuelvo plenamente en mí, las chicas ya no están. Dos paramédicos me atienden.

GRUPO EXPERIMENTAL

Mis padres alarmados me preguntan lo que me pasó. No les mentí, pero tampoco les dije la verdad.
Comienzan las vacaciones de verano, he pensado mucho en Sabino y lo que le hicieron a Sheccid. . .
He subrayado y resumido algunas obras de la conducta humana. Existe incluso una filosofía de inmoralidad que se enseña de generación en generación:
“Tranza y avanza “: Progresa siendo deshonesto.
“Al que parte y reparte se queda con la mejor parte”: Cuando te toque destruir, aprovéchate y despoja a los demás.
“Ladrón que robe ladrón tiene cien años de perdón”: Sólo piensa que a los que les robaste es ladrón y tu acción se disculpa.
“El fin justifica los medios”: Puedes matar, robar o traficar droga si distribuye las ganancias a los pobres familiares.
“Este es el año de Hidalgo, cobarde es el que no se lleva algo”: Tenemos la oportunidad de robar, que nadie se quede atrás.
“Tonto es el que presta un libro y más tonto el que lo regresa”: No confíes en nadie, pero si alguien confía en ti, fastídialo!

Leí de un religioso hindú que tenía un cuarto privado para hacer lo que se le viniera en gana. Ahí comía carne, bebía licor, veía pornografía, pero al salir practicaba sus tradiciones ortodoxas.
Muchos individuos nefastos tienen, como el hindú del cuarto secreto, una religión pública, hacen oraciones y rezos en frente de los demás, se golpean de pecho, cargan consigo sus textos venerables y no pierden la oportunidad de decirle a los demás que se van a ir al infierno, pero en realidad son comerciantes, payasos, exhibicionistas que no viven con una fe intrínseca y mucho menos una verdadera relación con Dios; nunca oran en privado, en la soledad de la habitación, de rodillas frente al señor. Son legalistas superficiales, cascarones huecos. . .
El director de una empresa se vio obligado a despedir al 20% de su personal. Todo es reemplazable, comentó, menos la integridad.
Estamos en otra época. No sobrevivirá quien no lo entienda de una voz por todas y para siempre. Pero aún no es tarde, la mayoría de las personas estamos a tiempo de rectificar. Existe una esperanza, una luz en el camino. El único precio a pagar es el aceptar hacer las cosas de otra forma: SER ÍNTEGRO, LEAL, ÉTICO, HONESTO.
Inicio el ciclo escolar. Primer día de clase. La profesora Areli me manda a llamar y me invita a declamar. Acepte, y antes de comenzar dedico mi poema a Sheccid. Al terminar mi poema, se acercan dos lindas muchachas. Frida, una de ellas me felicita y me dice si me quiero casar con ella. Al llegar a mi salón todos mis compañeros nuevos me preguntan cómo aprendí a declamar. La maestra Areli le comenta la forma como fracase la primera vez, y por ser un ejemplo de tenacidad y valor, sugiere que todos me brinden un aplauso.
La maestra me mira y con los ojos le digo que la adoro. Salgo del colegio feliz. Por desgracia la alegría no me dura mucho tiempo. El recuerdo de Mario regresa de inmediato a mi mente, al descubrir a varios muchachos que rodean un auto rojo, estacionado justamente a la puerta de la escuela.

FENOMENO PSICOLOGICO

Me acerco sin dudarlo al coche rojo, pero me detengo a unos metros al identificar a Sabino y sus compinches deleitándose con los productos que usan como anzuelo.
Uno de ellos me pone el brazo en la espalda y sin dudarlo con fuerza le pregunto ¿En dónde está Mario?
El conductor me ignora.
_ No me oyó, la madre de mi amigo anda muy preocupado y enferma. ¿Dónde está Mario?
El sujeto sale furioso del auto y tomo el resto de las revista, se sube al auto y me hecha el carro encima. Con gran fuerza le digo que tomen los números de la placa y todos se quedan asombrados observándome.
Levanto la cara, y frente a mí está la chica sin la compañía de su amiga pecosa.
_ Sheccid, _ le digo.
_ Ya no me llames así, porque muchos me llaman así en son de burla. _ ¿Estás ocupado?_
_ Un poco
_ No quiero quitarte el tiempo. Sólo he venido a disculparme.
_ ¿Disculparte. . .? ¿De qué?
_ He hablado mal de ti, te he hecho quedar en ridículo. He difundido la idea de que eres un depravado. Tal vez lo seas, pero no me da derecho de hacerlo. Solo vine a cumplir conmigo misma.
Te escuché ayer en la ceremonia.
_ Todo el verano estuve ensayando.
_ ¿Y te inscribirás en el concurso de declamación?
_ Sí
Al terminar la entrevista da la media vuelta y se va.
Ya en mi casa. Suspiro. Alguien toca a la puerta._ Si, pasen. . .
_ Adelante _ susurro.
Era mi madre, luego me pregunta si me gustaría hablar con ella. La miro un segundo. No me gustaría, pero solo me encojo de hombros.
_ ¿Te ocurre algo, puedo ayudarte?
_ No es nada importante. . . creo. Solo pensaba. . .No estoy seguro que me entiendas.
_ Entonces, ¿Por qué no intentas darte a entender?
_ Es que en ocasiones cuando conoces a una chica te sientes triste sin saber porque.
_ ¡Ya! _sonríe_ es eso.
_ Si cada vez que me acerco a ella, se echa todo a perder. La quiero mucho, mamá.
_ Me permites darte un consejo. ¡Disfruta esta etapa! Siempre la recordarás muy hermosa, pero por más enamorado o deprimido que estés, no dejes de luchar por ti mismo.
_ ¿A qué te refieres?
_ Hay una fuerza que empuja a la superación, una fuerza que todos recibimos al descubrir que existe una persona INALCANZABLE a quien quisiéramos amar. . . algo como la fe, es un impulso positivo, victorioso, generador de optimismo.
_ La Fuerza de Sheccid _ murmuro.
_No sé si recuerdas la historia que contaba tu padre, de un prisionero que, motivado por merecer una princesa, rompía sus cadenas y conquistaba la cima del mundo.
_ Pero ella se desposaba con otro.
_Sheccid, representa la motivación que recibe el joven. Una mujer es alguien que sabe lo que quiere, que ha adquirido conocimiento y madurez para ser ayuda idónea de su esposo sin consultar con su mami. Por otro lado, un hombre es alguien capaz de mantener a su pareja y hacerse cabalmente responsable de su hogar sin ayuda de papá.
_Los últimos meses _ comento _, motivado por ella, me he superado más que nunca. Sin embargo, no quisiera tener que esperar años para. . .
_ ¿Vivir el amor?_ pero hijo, lo estás viviendo ya ... Disfrútalo.

ARIADNE
Me acerco a Ariadne para hablar y le digo que no se asuste. Ella me dice que quiero. Cuando estábamos en el laboratorio de química, alguien le quito el lente del microscopio que estaba a cargo de ella y el profesor furioso le dijo que lo tenía que pagar. Me escape de clases y fui a mi casa a traer el lente del mío. Cuando se lo entregue asombrada no terminaba de verlo. Le dije que era lo menos que podía hacer por ella después de haberme salvado la vida.
_ ¿Yo? ¿Cuándo?
_ Literalmente me habían secuestrado cuando me conociste. . . en aquel automóvil rojo. . .
Empezamos a recordar el momento, y empezamos a tener una bonita amistad, me dijo que me ayudaría con mi Sheccid, y a contarme como era ella. Cuando empecé a tener una amistad con Sheccid más cordial y ella me iba conociendo mejor, la falta de valentía hizo que la perdiera, ella se hizo novia de Adolfo. La relación de Adolfo y mi princesa no se dio y no esperé más tiempo y la conquiste y por fin era mi novia, lo que más esperaba era la etapa más feliz de mi vida, tenía a mi princesa, a mí SHECCID, la que me daba esa fuerza de salir adelante y por quien deseaba ser la mejor persona del mundo, solo para ella. Cierto día ella me aseguró que no me quería y que termináramos. No acepto nada de parte mía y se alejó de mí. No permitía ni que me le acercara, siempre le pedía perdón si le había fallado, pero ella simplemente no me quería ver. Retomó su relación con Adolfo y siempre le reclamaba porque dejaba que la tratará abusivamente y yo que le ofrecía todo mi amor me rechazaba. El tiempo pasó, con Ariadne llegamos a tener una bonita amistad también.
Cierto día sonó el teléfono de mi casa, mi mamá me fue avisar que era para mí.
_ ¿Hola?
_ Carlos, tienes que venir inmediatamente al hospital.
_ Frida, eres tú. ¿Qué sucede?
_ Sí, a Sheccid la operaron de un tumor cerebral.
Me tape los oídos para no escuchar lo que me acaban de decir. Cuando Frida le reveló todo, el impacto lo hizo balbucear cosas sin sentido.
Operaron a Sheccid a las diez de la mañana. . .y a estas horas de la tarde sus familiares estaban terminando ya los trámites para trasladar el cuerpo a la capilla._ ¡¿Murió?! _ gritó sintiendo el tremendo estallido en sus entrañas.
_ ¡¿Qué dices?! ¡¡¡Por favor, Frida, NO PUEDE SER. . .!!!
_ Yo hubiera preferido no decírtelo. . .
Al llegar al hospital, me encuentro con Ariadne que ya estaba allí.
_ Ariadne, tu lo sabías, porque no me lo dijiste.
_ No _ se defendió_, Sheccid no le dijo nada a nadie. Sabíamos que estaba enferma porque últimamente se desmayaba con frecuencia y faltaba a clases de una forma exagerada, tu lo sabes.
_ ¿Entonces cómo te enteraste, Ariadne?
_ Ella me llamo ayer en la tarde
_ ¿Y por qué no me llamó a mí?
_Carlos, te amaba con toda el alma. Su única preocupación era que estuvieses bien, que no sufrieras, que la recordarás con ese último beso. ¿Y tú, cómo lo supiste?
_ Me lo dijo Frida. Pero no entiendo porque se arrepintió de ocultártelo y te llamó a última hora.
_ Ella presintió que tú podías llegar a saberlo. Me habló para darme una carta. . .para ti, Carlos. Me pidió que te la diera sólo si no salía de la operación y tú te enterabas.
_ ¿La traes contigo?
La sacó de su bolsa. Él casi se la arrebató. Estaba en sus manos, casi no podía creerlo. Sintió que las lágrimas no iban a permitirle leer. . .
Ariadne lo dejó solo. La carta comenzaba con un verso de Juan de Dios Peza.
En su carta, ella me explicaba porque se había alejado de mí, cuanto me amaba y que por su enfermedad se había alejado de mí. Me habla del gran amor de Dios y el con todo su mor dio la vida por nosotros, lo que representaba yo en su vida y el inmenso amor que me tenía. Se despide con la frase: Tu novia eternamente.

LA FUERZA DE SHECCID
Aparto la pluma de mi mano y salgo de mi habitación, al salir mi madre da un respingo asustada me abraza y me pregunta si me recuerdo de los últimos cinco días. Le comenté que sí, de la fiesta negra. Mi madre me cuenta que cuando regresé venía mal, como que me había drogado pero los estudios que me hicieron, no salió nada de eso. Le cuento a mi madre que en la fiesta estaba Samuel, el hermano de mi princesa, Sheccid. Al momento de entrar ahí estaba ella, Ariadne me invita que me acerque y la mire fijamente y que la conozca mejor. Estaba ahí rodeada de varios hombres, bebiendo y fumando. Con gran asombro no podía creer que era ella, no mi princesa. De pronto se oyeron gritos invitando a bailar a Justina. Justina, esa no era mi Sheccid, ella sin dudarlo se subió a bailar, sobándose sus muslos, sus caderas y pechos. Era muy impresionante para mí. Su hermano me invita a tomar, su padre estaba ya ebrio con su novia y su madre encerrada en una habitación meciéndose en un sillón inconsciente de lo que pasaba a su alrededor. Mi madre se queda admirada y me pregunta si mi historia y los que había escrito no era cierto. Le conteste que sí, no podía permitir que mi historia no tuviera un final inolvidable. Madre todo lo que me ocurrió fue cierto menos lo último que tienes en tus manos, esa historia de un bello noviazgo y de una chica única y especial que nunca existió. Cuando llegué de la reunión me di cuenta que el amor por Sheccid era eterno, infinito, inmortal… Tan grande que tal vez sólo podía existir en un plano espiritual. Me sentí triste por ello.
“¡Es injusto, incorrecto, incoherente!, grité.
Después tomé mi diario y, motivado por la fuerza transformadora de esa primera musa, comencé a redactar:

Sheccid:
He comprendido que formas parte de mí.
Sé que tal vez nunca estarás tangiblemente a mi lado, pero también sé que nunca te irás.
Eres el aire, el cielo, el agua, eres la sed de cariño que el Creador sembró en mi corazón.
Eres la definición del amor, aunque jamás haya podido definirse ni pueda hacerse nunca: definir es limitar y el amor no tiene límites.
La fuerza motivadora de tu esencia me ha transformado en una persona distinta.
Cuando vea una golondrina cobijándose se la lluvia en un ramal de la buganvilia te veré a ti.
Cuando presencie una puesta de sol te recordaré. . .
Cuando mire las gotas de rocío deslizándose en mi ventana te estaré mirando a ti.
No podrás irte nunca. No te dejaré.
Eres mi novia eternamente.
Todo lo que brote de mi pluma habrá tenido tu origen.
Y daré gracias a Dios.
Porque después de todo he comprendido
Que no se goza bien de lo gozado
Sino después de haberlo padecido.

Porque después de todo he comprendido
Que lo que tiene el árbol florido
Vive de lo que tiene sepultado.



CONCLUSIÓN

La Fuerza de Sheccid, es la historia de un adolecente que se encuentra en una etapa difícil, pero a la vez hermosa, al tener la vivencia del primer amor. Un adolecente en donde se encuentra con lo que es la pornografía y todos los placeres que le ofrecen a un joven. Esta novela, nos describe la energía vivificante del primer amor y de los grandes anhelos de juventud. Motiva a reforzar ideales, a terminar con libertinaje y a reencontrar los principios éticos. Con la fuerza de un amor grande, único pero imaginable.

aerr66@hotmail.com